El 5 de junio es el día Mundial del Medio Ambiente. Este año, el lema central es “Poner fin a la contaminación por plásticos”. En Eureka somos conscientes de la emergencia climática y de la necesidad de proteger y regenerar el medio en que vivimos.
La destrucción de los ecosistemas, el aumento de la contaminación y el consiguiente aumento de temperatura están ocasionando una catástrofe medioambiental. Se produce por un modelo económico y de vida basado en el crecimiento continuo y el consumo sin límites de quienes pueden, una minoría, pues gran parte de la población mundial sufre este expolio, pero no recibe beneficio alguno. Se ha pensado que lo civilizado es alejarse de la naturaleza y dominarla, justificando así el extractivismo.
Por otra parte, capitalismo y patriarcado se han reforzado mutuamente en el discurso dominante, dejando fuera de la economía las tareas reproductivas y de cuidados y relegando a ellas a las mujeres, con escaso o nulo poder y participación en actividades públicas y políticas.
Es urgente desarrollar y utilizar indicadores alternativos al PIB, que capten mejor la situación real de las personas. Existen desde hace años indicadores de desarrollo humano que tienen en cuenta la brecha de género a lo largo del ciclo vital, el grado de empoderamiento de la mujer, la sostenibilidad ambiental, la salud, la educación, la calidad de vida y de la democracia. Pero la macroeconomía hace sus cálculos sin tener en cuenta a las personas: familia, techo, salud, transporte, cuidados, etc. Es necesario resaltar que hay “trabajos no remunerados” que atienden precisamente a lo esencial, a las personas, y son parte fundamental de la riqueza efectiva del país, hasta el punto que comportan el 40% del PIB, pero no entran en el cálculo del mismo. La macroeconomía tampoco considera como corresponde las actividades que desarrollan autónomos y microempresas. Sin embargo, éstas son las más cercanas al resto de la población, representan el 82% del empleo y ya tienen, en gran medida, alternativas verdes.
Hay que establecer como derecho para todas las personas una Renta Básica Universal e Incondicional (RBUI). Ésta permitiría a la gente poder encarar su futuro con la confianza y la tranquilidad necesarias. Mediante una redistribución más justa de la renta y de la riqueza (que acumula ilícitamente una élite) sería posible garantizar la existencia y la cobertura de las necesidades básicas. Esta medida, además, proporcionaría seguridad económica y facilitaría la participación social y la solidaridad.
La RBUI contribuiría a un cambio de paradigma, ya que enfatiza la urgencia de cubrir las necesidades básicas de todos los seres humanos como objetivo económico prioritario, trasladando este objetivo desde la incesante producción de riqueza a la solidaridad humana y al reparto del patrimonio común.
La Renta Básica Incondicional y las políticas verdes son la combinación necesaria y urgente para:
· acabar con la pobreza y reducir la desigualdad
· proteger a todas las personas, cubriendo sus necesidades básicas
· avanzar en la consecución de los derechos fundamentales
· reconstruir un planeta donde poder disfrutar de todos esos derechos
En la plataforma Eureka tenemos el convencimiento de que el respeto al medio y la conexión con la naturaleza serán la vía de acceder a lo mejor de las personas y nos ayudarán a salir de la visión utilitarista del mundo, lo cual no se contrapone al desarrollo personal y colectivo.
EUREKA, RED ACTIVISTA POR LA RENTA BÁSICA INCONDICIONAL
rentabasicaincondicional.eu
eurekarbui@gmail.com